Oh' ave que voa livre à sua beleza , e
que no desalinho de tuas pelagens
sofres o poder da grande transformação
Voa e voa para o topo mais alto da montanha
porque ali já estarei a te esperar
para cobri-lo de amor
e beber teus gritos e teus beijos
sofres o poder da grande transformação
Voa e voa para o topo mais alto da montanha
porque ali já estarei a te esperar
para cobri-lo de amor
e beber teus gritos e teus beijos
E quando o crepúsculo chegar
desnudarei as palavras de teus lábios de amor
e ouvirás o gemido do grande silêncio, e
nus nossos corpos se entrelaçarão ao absoluto
capturando o poder do néctar da vida ao Amor
e ouvirás o gemido do grande silêncio, e
nus nossos corpos se entrelaçarão ao absoluto
capturando o poder do néctar da vida ao Amor
Famintos da essência frutífera da liberdade
desfrutaremos o alarido do amor
porque chegou o dia de buscarmos ao sol
o ressurgimento para nos lançarmos
na imensidão do poderoso universo
e desenhar no céu nosso resplendor
sem cobrar nada do destino
EL AMOR AL ÁGUILA
Oh ave que vuelas libre a tu belleza, y
que en el desaliño de tu plumaje
sufres el poder de una gran transformación
Vuelas y vuelas a la cima más alta de las montañas
porque allí estaré y esperaré
para cubrirte de amor
y beber tus gritos y tus besos
que en el desaliño de tu plumaje
sufres el poder de una gran transformación
Vuelas y vuelas a la cima más alta de las montañas
porque allí estaré y esperaré
para cubrirte de amor
y beber tus gritos y tus besos
Y cuando llegue el crepúsculo
desnudaré las palabras de tus labios de amor
y oirás el gemido del gran silencio, y
nuestros cuerpos desnudos se entrelazarán a lo absoluto
capturando el poder del néctar de vida al amor
y oirás el gemido del gran silencio, y
nuestros cuerpos desnudos se entrelazarán a lo absoluto
capturando el poder del néctar de vida al amor
Hambrientos de la esencia fructífera de la libertad
disfrutaremos de un grito de amor
porque llegó el día de buscar el sol
el resurgimiento para lanzarnos
en la inmensidad del poderoso universo
y diseñar en el cielo nuestro resplandor
sin pedir nada del destino